Hablar de autenticidad puede tener mayores implicaciones en algunos temas que en otros,  como es el caso de rarezas altamente valuadas ya sea antigüedades, piezas de Arte o piedras preciosas.

Diamantes en bruto naturales

Actualmente existen en el mercado imitaciones de diamantes, diamantes cultivados o sintéticos que se venden junto a los diamantes naturales con la intención de acceder a un público más amplio debido a sus bajos costos. Para la mayoría de los compradores puede ser confuso ya que algunas de esas réplicas son casi imposibles de distinguir de las naturales.

Si vas en busca de diamantes debes tener en cuenta que existen los diamantes sintéticos o de laboratorio, así como las zirconias, estar informado de estas alternativas hará más fácil tu compra.

¿Qué son los diamantes creados en laboratorio?

Los diamantes naturales se forman a alrededor de 145 km por debajo de la superficie de la tierra, en el Manto donde las temperaturas y la presión es muy elevada permitiendo que los depósitos de carbón se conviertan en diamantes a través de billones de años en un proceso maravilloso e increíblemente lento.

La ciencia ha creado una serie de sofisticados métodos para sintetizar diamantes con prácticamente la misma composición química y las características físicas de un diamante natural. Diamantes de laboratorio es un término comúnmente usado para llamar a estas piedras preciosas cultivadas, también se les conoce como sintéticas o hechas por el hombre.

En un laboratorio es posible recrear las condiciones que presentan las profundidades de la tierra para acelerar la formación de un diamante, las dos técnicas más comunes utilizadas para crear diamantes sintéticos son la alta presión alta temperatura (HPHT por sus siglas en inglés) y el depósito de vapores químicos (CVD por sus siglas en inglés).

Diamantes en bruto sintéticos

Por lo anterior cuando estas en busca de un diamante es importante saber exactamente qué es lo que estás comprando, un diamante creado en laboratorio tendrá menos valor que uno natural precisamente por el tiempo y la forma en que se formó. Los diamantes naturales deben ir con un certificado que pruebe su autenticidad y formación